viernes, junio 18, 2010

Clásicos modernos: Gears of War

[…] Solo quiero que sepas que me has costado mil millones de dólares […]
No, en realidad le hemos hecho un favor a mil millones de jugadores.

Así contaba Mark Rein, vicepresidente de Epic Games, como con una imagen hizo que una empresa como Microsoft invirtiese una inmensa cantidad de dinero en ampliar la memoria de la Xbox 360. Por lo visto les mandó como se verían los juegos con 512Mb, la cantidad actual de memoria de la consola de Microsoft y 256, la cantidad prevista de memoria. ¡Muchas gracias Mark!



¿Y qué juego era esa misteriosa imagen? Pues el ya archiconocido Gears of War. El que posiblemente sea uno de los mejores juegos de la década, que estableció un estándar de calidad gráfica a superar y supuso, en su momento, el techo  en explotación de la potencia interna de la 360. Es, además, el juego que hizo que los jugadores de PC se pasaran a la consola, el juego que supuso el referente en los juegos de acción y que realmente despejo dudas sobre si una consola era una plataforma adecuada para este tipo de juegos.
Gears of War (en adelante GOW) supuso un puñetazo en la mesa, rompió con lo establecido hasta la fecha e impuso una calidad y una jugabilidad de la que pocos juegos pueden alardear. Además, venía acompañado de un elenco de personajes realmente interesantes. La historia, simple pero resultona, la mecánica de juego establecía el punto de vista en tercera persona, que si bien no es una novedad, la forma de aplicar este punto de vista y la manera de jugar con ella, hacían de GOW algo nuevo, fresco y diferente.

En GOW nos encontramos un juego de acción directa, empezamos en una prisión, sin muchas explicaciones, nos ayudan a escapar y desde ese momento nos montamos en una montaña rusa de adrenalina que no parará hasta el final, donde nos encontremos a uno de los más difíciles enemigos finales que me he echado a la cara. La mecánica de juego es sencilla, avanzar, disparar, cubrirse y disparar. En ese sentido no  es especialmente ingenioso, sin embargo, a eso se le añadió un sistema de apuntado excelente, un sistema de cobertura que ha creado escuela y una violencia y brutalidad que hicieron que las partidas en red fuesen catárticas.




El armamento en GOW es simplemente espectacular, no por su variedad, si no por su efectividad y uso del mismo. Partiendo de la base que tiene la mejor arma jamás creada para un juego, una ametralladora con una sierra de cadena que no solo permite acribillar enemigos, si no que te deja acercarte a un enemigo y cortarle por la mitad, literalmente. La escopeta de dos cañones es lapidaria y las granadas, algo tan simplón en otros juegos, permite en GOW pasárselo bomba (nunca mejor dicho). Puedes lanzarlas como siempre, colgárselas de la cabeza a un enemigo y hacerle volar, clavarlas en paredes y tender trampas,  aunque eso sí, esto último solo desde la segunda entrega.

Finalmente, el juego en red. GOW es un juego que brilla con luz propia en este campo, no solo por contar con enfrentamientos clásicos (deathmatch, etc.) con partidas fulminantes y vertiginosas, si no por contar con lo que posiblemente sea el establecimiento de un estándar hoy por hoy, el modo historia cooperativo. Hasta entonces, todos los juegos con opciones de red eran enfrentamientos entre jugadores, capturar la bandera, defender la base, etc. GOW introdujo el concepto de cooperación en el modo historia, donde un jugador tomaba el papel del protagonista y otro el del secundario, pero de una manera magistral y se conseguía un resultado tan bueno, que el hecho de jugar solo a este juego se me antoja un error terrible, porque de verdad, no hay nada como saber que el compañero de al lado es un amigo de verdad, uno que te va a apoyar y te va a sacar de apuros. Tanto es así, que cuando hay fases en las que el que te acompaña es un personaje controlado por la máquina, lo pasas realmente mal.


No debemos olvidar a sus continuaciones, unos años después salió GOW2, que mejoraba el ya de por si espectacular aspecto gráfico, estableciendo de nuevo un techo en potencia en la consola de los de Redmond. Era aún más violento, más agresivo, con más movimientos y daba explicaciones a los temas abiertos en GOW. Lamentablemente no contó con un enemigo final tan carismático o difícil, pero sin embargo ofreció momentos tan espectaculares como montar a un brumak o la serie de ejecuciones que se podían hacer a un enemigo derribado, tan absolutamente violentas que la frase "no hacer leña de árbol caído" toma nuevos significados. Y en unos meses tendremos el GOW3, que seguramente volverá a conseguir poner un nuevo techo e impondrá su ley en las partidas en red durante muchos meses.

El resultado, le pese a quien le pese, es un juego excelente, con una calidad innegable y que debería estar, junto con sus continuaciones en la estantería de cualquier jugón que se precie de serlo.

Aviso: Todas las imágenes corresponden al próximo Gears of War 3

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viernes, junio 11, 2010

Luz al final del túnel o como reinventar la rueda

LIBRANDA actúa como un operador logístico que presta servicios de almacenaje y distribución digital a las editoriales y a las tiendas on-line. Su principal objetivo es poner a disposición de las tiendas on-line el contenido digital de las editoriales con las que trabaja.

Ayer se presentó en sociedad Libranda, la iniciativa de varias editoriales, grandes y pequeñas, de hacer su paso al formato electrónico. 

Ya he hablado sobre lo que pienso en cuanto a los libros electrónicos, los libros, son libros, sin importar su contenedor o formato. Así que, !Bien! … tras leerme la web que han abierto, porque vender, lo que se dice vender, no venden nada, pensé ¡Mal! ¡Muy mal! ¿En qué están pensando? Veamos la imagen con la que nos ilustran el proceso de compra.



¿Mandé? Vamos, yo no creo que sea necesario un gran programador para darse cuenta que en esta imagen hay demasiados actores, demasiados pasos y mucho conservadurismo en antiguas formas de ver el negocio. Según estos señores, hay que entrar en la web del librero, buscar el libro, darle a comprar, entonces los sistemas del librero contactan con libranda, esta genera un fichero epub con DRM (con dos narices), le manda un enlace de descarga al sistema del librero, el  librero te manda el enlace de descarga y tú te descargas el libro y el correspondiente programa para manejar el DRM.
Yo no sé vosotros, pero a mí me sobran pasos por todos lados. ¿Qué pinta libranda?, ¿Qué razón hay para ponerla de intermediaria? ¿El proceso es automático o me quedaré esperando como un canelo y cara de póquer frente al monitor?¿Qué pasa con los aparatos que no aceptan su formato? (Con esta pregunta me pongo el traje anti-llamas para los amantes de los libros tradicionales y su defensa de "un libro de toda la vida no necesita compatibilidad").

¿No sería mucho más lógico que yo tratase con la librería y se acabó? Pues no, el sistema sigue un tortuoso camino en el que todos van cogiendo su parte: La editorial, el conglomerado de libranda, el librero y al final, el pobre lector. Con lo sencillo que sería que el librero tiene su web, con todo el catálogo que quiera, yo se lo compro, me lo descargo y listos.

Y luego que es eso de "LIBRANDA distribuye por el momento los ePUB a través del modelo de negocio de descarga/downloading pero nuevos modelos se plantearán en el corto y medio plazo." ¿Qué otros modelos? ¿Hay modelos alternativos a este sistema? Dejando a un lado lo retorcido del asunto, no deja de ser lo de siempre, compro y descargo. ¿Qué otro plan retorcido y brillante habrán ideado? Lo triste es que son capaces de hacernos ir a la librería, con nuestro lector de libros, dárselo al librero de toda la vida, que no tiene web, ni quiere tenerla, pero que si no le dan parte del pastel, hace boicot a la editorial, y que nos grabe la compra en el aparato. ¡CON UN PAR!

En fin, en cualquier caso, esto al menos es un paso adelante, un paso raro, con muchos rodeos, pero es un movimiento necesario. Esperemos que en el futuro, dentro de los planes estrambóticos que presenten, esté uno con más lógica.

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viernes, junio 04, 2010

Comercio electrónico y España

¿Qué está pasando? De verdad que no lo entiendo. ¿Cómo es posible que comprar un juego en Inglaterra, contratar a una empresa de transportes, traerlo en avión, ponerlo en el reparto y traérmelo a la puñetera puerta de mi casa sea más barato y rápido que comprar un juego en España? ¿Estamos locos o qué?

Desde hace mucho tiempo compro, siempre que me es posible, los juegos y las películas de importación. Y es que no hay comparación, un juego recién salido me cuesta en game o el corte inglés cerca de 70€, si no más. Una película en bluray me sale por 18€ y aquí por 30€. Si entro en Amazon UK, busco el mismo juego y me lo compro, me cuesta, en el peor de los casos, 50€ (juego recién salido, sin descuentos de ningún tipo), pero es que casi siempre me sale por unos 34€. Y encima, para rizar el rizo, ¡la mayoría de las veces es el mismo juego!

Todo esto sería menos sangrante si no fuese porque, además, el servicio de reparto es infinitamente mejor y más rápido. El otro día compré una cosa para mi mujer, en una tienda española, sita en Barcelona, con el producto presumiblemente en existencia y tienen las santas narices de decirme que tardan de quince a veinte días en servirme el pedido ¡¡¡QUINCE DIAS!!! En ese tiempo me voy a Barcelona, veo las ramblas, termino la sagrada familia, me vuelvo en el AVE, incluyendo los tramos interesantes, y aún así  me queda tiempo para hacer un pedido a una tienda en EEUU y llegarme antes de que el repartidor con el producto de mi mujer pique en la puerta. Y no es exageración, pedí mi kindle un martes y el lunes siguiente lo tenía en mis manos, y eso que tuve problemas en aduanas.

Creo que es un problema que está en las dos partes de la ecuación, clientes y negocios. Ojo, esto no se trata de la clásica crítica que el español medio tiene grabada en su genética. Es algo palpable y cierto, estamos en las tierras del buscón y el lazarillo, han pasado siglos desde entonces, pero en cierto modo, todos vivimos en medio de sierra morena y estamos como presa o depredador, pero siempre a la espera de poder aprovechar la ocasión de salirnos con la nuestra, de la manera más rápida y sencilla. Por esta razón, creo yo, los negocios en general siempre tienen al cliente como un enemigo, como una persona que intenta aprovecharse de cualquier grieta o ventaja y al final, le pese a quien le pese, gana el listillo y perdemos todos. Y por otro lado, tenemos unos negocios, que aun siendo extranjeros, tiene mente española y, por lo tanto, están en sierra morena de paseo también y pensando "Qué más da que esto sea muy caro, que lo compren, si total, todos tenemos el mismo precio".

Y así nos va. Que negocios prósperos fuera, aquí no funcionan, y nos dicen "Spain is different" y yo digo "¡Y un huevo diferente!", tenemos los mismos puñeteros gustos que cualquier otro país occidental, pero tenemos una cultura o una dinámica establecida tan arraigada, que somos incapaces de verla. Creo que ya es hora de dejar de mirarnos el ombligo y darnos cuenta que si otras cosas funcionan fuera, aquí también deberían funcionar.

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