lunes, febrero 18, 2008

Jumper. Un salto… al vacio

En toda historia, por mínima que sea, hay tres partes fundamentales: presentación, nudo y desenlace. Para que podamos entender tanto la trama principal como las subtramas, es necesario que presentemos a los personajes y planteemos las reglas del juego. Posteriormente someteremos a esos personajes a algún tipo de prueba, de sufrimiento, de broma macabra que permita hacerles evolucionar y, al final, decidiremos si se casan o no, si nuestro protagonista muere o le perdonamos sus pecados.

Esto, que a primera vista parece sencillo, parece haber sido olvidado cuando hicieron Jumper. No sé si porque piensan que esto es parte de una serie de películas (eso dicen los rumores) o por una falta de criterio e ideas. Aún siendo este el caso, cada parte de una serie debe tener su propia estructura, su propia trama y su propia conclusión o desenlace. La cosa es que en Jumper se han olvidado por completo de este conocido esquema. Nos encontramos ante una larga presentación de 90 minutos donde poco importa la historia o su destino.

En Jumper veremos como una serie de personas, con la capacidad de teletransportarse, son perseguidos por un agente que pertenece a una rama súper secreta de la ASN (Agencia de seguridad Nacional), papel interpretado por el demasiado prolífico Samuel L. Jackson (alguien debería decirle que no todos los papeles son dignos de representarse y que escogiese con más criterio sus trabajos), que hace lo que puede con lo que le han dado. Como protagonista tenemos al cara-de-palo Hayden Christensen, acompañado por un simpático Jamie Bell (el grumete ladronzuelo de King Kong), y que desde mi punto de vista hace el mejor papel. El reparto lo cierra la “¿guapa?” Rachel Billson (conocida por su papel en OC), el desigual Michael Rooker y la tremendamente desaprovechada (en qué estaría pensado para coger este papel) Diane Lane, que ha demostrado que sabe hacerlo mucho mejor.

Lo triste es que el tema de la película es bueno, tiene potencia como para hacer una buena película o, al menos, entretenida. Lamentablemente nos encontramos con una cinta de 90 minutos donde no pasa nada, donde todo es esperado y que carece de gancho y empuje para hacer que te agarres a la butaca (lo mínimo en una película del género).

Leyendo los comentarios del director, Doug Liman (director de la genial y brutal El caso Bourne y de la entretenida Sr. y Sra. Smith), en las que expresa que este ha sido un proyecto que ha perseguido durante años (creo que le perdió la pista y cazó otra cosa), no entiendo cómo ha podido hacer esta película.

Lo mejor

  • el personaje de Jamie Bell, inconsecuente pero entretenido.

Lo peor

  • ¿dónde está la diversión que nos prometían?
  • ¿Qué pasa con todos los personajes?
  • Demasiados cabos sueltos que deben solucionarse en una hipotética segunda parte. ¿No tenían dinero para el guionista?

Nota: 5

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1 Comentarios:

At 18 de febrero de 2008, 12:34, Blogger Carlos de la Cruz said...

Segundo comentario negativo que recibo, y sólo he recibido dos. Me temo que se queda para alquiler o directamente para comentarios (años después) del tipo "¿no la has visto? Bah, tampoco te perdiste nada".

Supongo que tenían el efecto especial de Rondador Nocturno disponible y no supieron qué hacer con él, así que se montaron una película para tratar de amortizarlo :D

 

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